Rubén Darío, Anti imperio
Por
Bryan Dávila
Rubén
Darío, el más universal de los nicaragüenses, cumple 157 años de su natalicio. Falleció en su amado León, la noche del 6 de febrero de 1916, y
después de 15 días de honras fúnebres fue sepultado en la Catedral de León,
donde hasta hoy yacen sus restos, sin embargo, su vida y su obra, siguen
vigentes, resultan acertadas y visionarias.
Rubén
Darío es conocido principalmente porque renovó la poesía y rejuveneció el
idioma español, colocándose a la cabeza del modernismo con su libro Azul… con
tan solo 21 años de edad, no obstante su obra es abundante y variada, escribió
cuentos, crítica de arte, ensayos, novela, traducciones de obras, páginas de
autobiografía, y sobre todo dejó una descomunal publicación en diversos
periódicos de distintos países del mundo, muchas de las cuales aún permanecen
desconocidas, y es justamente esta su labor periodística donde mayormente deja
entrever las dimensiones sociales y políticas de su pensamiento.
En ese
sentido, Salomón de la Selva, un dariísta que conoció personalmente al poeta,
escribió: “Es pasmoso, al releer a Darío, atestiguar hasta qué punto estaba
despierto su intelecto a las preocupaciones universales, a las inquietudes
sociales, políticas y económicas, viéndolo todo y previéndolo todo con
extraordinario acierto". En esa relectura que advierte De la Selva, se
encuentra a un Rubén Darío de dimensiones patrióticas, centroamericanista,
latinoamericanista y antiimperialista.
Si
algo es cierto, es que ningún gobierno de Nicaragua, sin importar ideología, ha
podido prescindir de la figura de Rubén. Pero, también es cierto que,
históricamente habían reducido a Rubén a la poesía abstraído de la realidad
social y política que le correspondió vivir, porque su posicionamiento resulta
de alto contenido nacional, de sentido de la Patria Grande, soñador de la Unión
de los Pueblos para enfrentar a Calibán (Estados Unidos), tan es así, que en
uno de sus ensayos Darío planteó que el ABC del Sur de América (Argentina,
Brasil y Chile), en el futuro debían de unirse para contener la expansión e
influencia yanqui.
Es
hasta con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, que se
repiensa al Darío preocupado por la injusticia social. En 1987, el Ministerio
de Educación de Nicaragua en la segunda reunión del Comité Intergubernamental
del Proyecto de Educación para la América Latina y el Caribe de la UNESCO,
destacó: “Con la revolución, surge el rescate y la revalorización de la
figura de Rubén Darío como el poeta y escritor visionario de proyección
política y social que emplaza al imperio y denuncia la injusticia de un sistema
de opresión y explotación”.
En el
espíritu de esa relectura en la que Rubén emplaza al imperio se puede citar El
Triunfo de Calibán, publicado en el diario El Tiempo de Buenos Aires, en 1898.
El académico Pablo Kraudy, sustrae de todo, el artículo con la caracterización
que Rubén hace de Estados Unidos como "imperio de la materia";
"país de vida práctica y material, país del cálculo" cuyo
ideal está circunscrito "a la bolsa y a la fábrica", al "culto
del dólar”; país que busca "no solamente influencia, sino también
dominación'", lo que en la práctica ha demostrado: “¡soberbios cultivadores
de la fuerza!", empeñados en "rehacer el mundo, a su imagen y
semejanza",
"aborrecedores de la sangre latina" y "enemigos de
toda idealidad".
En
1902, Rubén publica en La Nación de Buenos Aires Invasión Anglosajona/Centro
América Yanquee, artículo en el que sostiene: “El imperialismo [Norte]
americano no es de hoy como algunos creen. Tiene sus causas y raíces profundas
en la constitución y en la historia de ese gran país. Cuando las colonias
españolas de América se emanciparon, los Estados Unidos le dieron su ayuda,
desde luego las reconocieron como naciones independientes, y proclamaron, para
defenderla de la Europa, la célebre Doctrina Monroe… por medio de Monroe y
Adams, trazaron a la Europa sus límites y le dijeron América para los americanos”.
Rubén,
acertando en el corolario político que mueve al imperio yanqui para extender su
hegemonía sobre América Latina, advertía en su artículo “Por el lado del
Norte”, publicado en El Heraldo de Costa Rica, en 1892:
“Por
el lado del Norte está el peligro. Por el lado del Norte es por donde anida el
águila hostil. Desconfiemos, hermanos de América, desconfiemos de esos hombres
de ojos azules que no nos hablan sino cuando tienen la trampa puesta. El país
monstruoso y babilónico no nos quiere bien. Si es que un día, en fiestas y
pompas, nos panamericaniza y nos banquetea”.
Y
continúa, pero esta vez en su respuesta a una encuesta sobre el porvenir de los
países hispanoamericanos en 1902: “Panamericanismo es una palabra inventada
por los norteamericanos para inundar con sus productos todos los mercados del
nuevo continente”, mientras él proponía “un hispanoamericanismo: la unión
comercial, el arbitraje y la solidaridad moral de las repúblicas de lengua
española”.
Rubén
Darío, quien fallece a los 49 años de edad, vio resquebrajar a su patria
convertida en un protectorado de Estados Unidos, la imposición de la Nota Knox
al gobierno de Zelaya, la invasión de la marina yanqui en 1912, la lucha
antiimperialista de Zeledón, la firma del infame Tratado Chamorro-Bryan, y
aunque no vivió para respaldar y difundir la lucha de Sandino, ante la
envestida yanqui en su patria, en 1892, en EL Heraldo de Costa Rica
escribió anhelante y con augurios un corto escrito que tituló ¿Por qué?, en el
que declara:
“Yo
quisiera que sonara ya la hora de rehabilitación, de la justicia social […]El
espíritu de las clases bajas se encarnará en un implacable y futuro vengador.
La onda de abajo derrocará la masa de arriba […] Todas las tiranías se vendrán
al suelo: la tiranía política, la tiranía económica, la tiranía religiosa.
Porque el cura es también aliado de los verdugos del pueblo. El cuchillo
popular cortará cuellos y vientres odiados; las mujeres del populacho
arrancarán a puños los cabellos rubios de las vírgenes orgullosas; la pata del
hombre descalzo manchará la alfombra del opulento; se romperán las estatuas de
los bandidos que oprimieron a los humildes; y el cielo verá con temerosa
alegría”.
En
Nicaragua esa onda que sacudió al Estado burgués, explotador y excluyente, la
comenzó el 4 de mayo de 1927, el General Sandino y la consumó el Frente
Sandinista el 19 de 1979.
Rubén
Darío, el poeta más grande de la lengua española, de alcance mundial, de
marcada ideología antiimperialista y preocupado por la justicia social, siendo
el líder intelectual del modernismo con méritos sobrados y consagrados, jamás
recibió el Premio Nobel de Literatura, no fue casualidad, es que se posicionó
contra el sistema que se venía configurando para desfavorecer a nuestros
pueblos.
Este 157
aniversario de natalicio, sirva para releer y reinterpretar a Darío el
antimperialista, a la luz de las nuevas realidades globales y de nuestra propia
realidad.
Referencias:
- Escritos
políticos de Rubén Darío (2010) Selección, estudios y notas por Jorge Eduardo
Arellano y Pablo Kraudy Medina. Managua: Banco Central de Nicaragua.
- Cartas
desconocidas de Rubén Darío (2000) Introducción, Selección y notas por Jorge
Eduardo Arellano.
Publicado
originalmente en el Semanario Ideas y Debate del Centro de Estudios del Desarrollo
Miguel d´Escoto Brockmann:
https://www.unan.edu.ni/wp-content/uploads/Semanario-Ideas-y-Debate-124-7-febrero-2023.pdf
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