Armonía sobre lienzo

 

En cada lienzo, el alma se revela,

Cada silencio cobra vida y forma,

En cada trazo late una nueva norma,

Rumor de emociones, la tela vuela.

 

Cada deseo, en pigmentos, se cela,

De hablar y no ser oído, el dilema,

Mas el lienzo, paciente, siempre es tema,

Tu indiferencia, pincelada anhela.

 

Es más cruel que el blanco sin colorido,

Luego, afirmas que tengo la razón,

Qué gano al plasmar lo no comprendido.

 

Pero sin ti, el arte pierde su fulgor,

Pues en cada deseo, es tu amor latido,

Mi eterna musa, luz, idea, razón, Dios.

Azaroff